domingo, 30 de marzo de 2014

El eterno olvidado

La importancia de desmaquillarse


Es frecuente estar al día de las últimas tendencias de maquillaje, es algo fundamental conocer la última revolución en cosmética, incluso no dudamos en aplicarnos cientos de cremas, tónicos, peelings faciales o mascarillas con las que conseguir, si no la eterna juventud, un envejecimiento más digno.

Pero... ¿qué pasa cuando termina el día y nuestra piel necesita respirar? Existe un “eterno olvidado” en esto de la belleza: el proceso de desmaquillarse a diario.

Se nos olvida la importancia de una buena limpieza de nuestro rostro, sin darnos cuenta de que el hecho de desmaquillarnos es algo fundamental en nuestro cuidado facial para activar el proceso de regeneración de la piel. Y sobre todo que un mal desmaquillado contribuye al envejecimiento de la piel.

Es cierto que todas nos hemos saltado en alguna ocasión este pequeño, pero importante ritual. Un ritmo de vida frenético, la falta de tiempo para una misma, el cansancio acumulado durante la jornada, el “lo hago más tarde”, llegar a altas horas de la noche y, en definitiva, la pereza, pueden ser la causa de nuestro “descuido”, pero nunca una excusa.

Al limpiar nuestra piel, además de liberarla de la máscara del maquillaje y ayudarla así a respirar, eliminamos también las células muertas, el exceso de sebo y los residuos de polución que se acumulan en nuestra piel durante el día. Es imprescindible limpiar el cutis con un jabón, un gel o una crema desmaquilladora y a continuación aplicar un algodón impregnado en tónico, tanto por la mañana como por la noche. Tenemos que conseguir que este ritual se convierta en un proceso de la vida cotidiana, como puede ser la limpieza de los dientes o la ducha diaria.

No hay comentarios:

Publicar un comentario