lunes, 31 de marzo de 2014

Colorimetría gratuita en Perfumería LONDRES



COLORIMETRÍA

Hay una gran relación entre nuestros colores naturales (ojos, piel y pelo) y los colores con los que nos vestimos. Estos últimos, bien llevados, tienen el poder de potenciar y embellecer nuestros propios colores, y por ende, nuestro todo.

La única razón por la que te queremos hablar acerca de la colorimetría y del poder de los colores es porque realmente funciona.

Te presentamos algunos ejemplos y consejos:

- Si tienes la piel rosácea o que se irrita fácil, es mejor que evites los rojos y rosas, ya que lo único que vas a lograr con estos colores es resaltar ese tono rosado de tu piel.
- Si tienes la piel morena casi oliva tienes que evitar los colores que tiran al verde oliva y a los marrones, ya que generan un empaste que empalidece y apaga la luz propia de tu piel.
- Cuando estés con muchas ojeras tienes que evitar el negro, ya que las va a resaltar.
- Si tienes los ojos claros, no dudes en optar por usar la gama del color de tus ojos, por naturaleza ese es tu color y siempre va a ser tu mejor opción.
- Si tus ojos son de color miel vístete con verde esmeralda. Vas a ver que el tono de tus ojos parece virar al verde.
- Si eres de piel blanca y pelo negro por favor tienes que usar un labial rojo, ¡¡fue hecho para ti!!

En cualquier caso hay que probar distintos colores, cada una sabemos lo que nos gusta cuando nos miramos al espejo.


Si sientes curiosidad por cuáles son tus colores o cuáles no, te esperamos el miércoles 2 de Abril a partir de las 6 de la tarde en Perfumería LONDRES. Te obsequiamos con una colorimetría totalmente gratuita realizada por Vanessa, nuestra Personal Shopper.

domingo, 30 de marzo de 2014

El eterno olvidado

La importancia de desmaquillarse


Es frecuente estar al día de las últimas tendencias de maquillaje, es algo fundamental conocer la última revolución en cosmética, incluso no dudamos en aplicarnos cientos de cremas, tónicos, peelings faciales o mascarillas con las que conseguir, si no la eterna juventud, un envejecimiento más digno.

Pero... ¿qué pasa cuando termina el día y nuestra piel necesita respirar? Existe un “eterno olvidado” en esto de la belleza: el proceso de desmaquillarse a diario.

Se nos olvida la importancia de una buena limpieza de nuestro rostro, sin darnos cuenta de que el hecho de desmaquillarnos es algo fundamental en nuestro cuidado facial para activar el proceso de regeneración de la piel. Y sobre todo que un mal desmaquillado contribuye al envejecimiento de la piel.

Es cierto que todas nos hemos saltado en alguna ocasión este pequeño, pero importante ritual. Un ritmo de vida frenético, la falta de tiempo para una misma, el cansancio acumulado durante la jornada, el “lo hago más tarde”, llegar a altas horas de la noche y, en definitiva, la pereza, pueden ser la causa de nuestro “descuido”, pero nunca una excusa.

Al limpiar nuestra piel, además de liberarla de la máscara del maquillaje y ayudarla así a respirar, eliminamos también las células muertas, el exceso de sebo y los residuos de polución que se acumulan en nuestra piel durante el día. Es imprescindible limpiar el cutis con un jabón, un gel o una crema desmaquilladora y a continuación aplicar un algodón impregnado en tónico, tanto por la mañana como por la noche. Tenemos que conseguir que este ritual se convierta en un proceso de la vida cotidiana, como puede ser la limpieza de los dientes o la ducha diaria.

viernes, 21 de marzo de 2014

¿Cómo acabar con el estrés acumulado?



10 CONSEJOS ANTI-ESTRÉS




Una ducha reconfortante, un masaje casero, estirar antes de dormir… Son pequeños gestos con los que podrás alcanzar el ansiado estado zen.
Vivimos pendientes del reloj, vamos corriendo de un lado para otro, llegamos a casa agotadas y nos cuesta relajarnos. ¿Cómo acabar con el estrés acumulado? En Perfumería LONDRES te recomendamos unos rituales de belleza y algunos hábitos saludables.
  1. Aromaterapia en el baño. Para empezar el día, nada mejor que el subidón que da una ducha con un gel aromático de textura cremosa como el “Phyto-gel douche et bain” de “Eau de Campagne” de SISLEY (45,20€). ¡Disfrútalo!
  2. El poder de una infusión. Un excelente estimulante es tomar una tisana con jengibre y zumo de limón en el desayuno. ¡Te encantará!
  3. Despierta los sentidos. Hay fragancias con cítricos (mandarina verde, pomelo, bayas rosas…) que mejoran el estado de ánimo y te llenan de dinamismo. ¡Pulveriza sobre tu piel “Eau de Sisley 1” de SISLEY (57,20€) y listo!
  4. Haz una parada. ¡Qué agobio! ¡Cuánto trabajo! Stop: concédete unos minutos y empléalos en respirar, mientras proyectas en tu mente imágenes que te tranquilicen (una playa desierta, agua fluyendo…)
  5. Vitamínate. Toma mucha fruta o pásate al tentempié de moda, el smoothie. ¿No sabes prepararlo? Tritura una taza de frutos rojos con leche de almendras, una cuchara de cacao puro y miel. ¡Listo!
  6. Descansa los ojos. Dolor de cabeza, vista cansada, lagrimeo… Refresca la mirada en cualquier momento del día con el “Gel desfatigante relámpago” de CLARINS (30,80€). ¡Desinfla y calma en un paso!
  7. Mima tus pies. Los sometemos a largas caminatas, los hacemos sufrir sobre unos tacones de vértigo… Los pies necesitan un protocolo a medida: exfolia, sumerge en agua tibia e hidrata con la “Crema juventud de pies” de CLARINS (20,60€).
  8. Momento automasaje. ¿No tienes hueco en la agenda para ir al salón de belleza y darte un buen masaje? Alíate con los aparatos de automasaje, que alivian todo tipo de dolencias musculares.
  9. Relaja el cuero cabelludo. Si al final de una larga jornada te notas fatigada y con la cabeza embotada, date un masaje capilar. Empieza en la nuca (en el nacimiento del pelo), haciendo suaves presiones con las yemas de los dedos y sube hacia la frente con movimientos circulares. ¡Notarás un alivio inmediato!
  10. ¡Dulces sueños! Aconsejan los fisioterapeutas estirar antes de irte a la cama: mejora la lubricación de articulaciones y músculos y previene la aparición de contracturas. El punto final: vaporiza tu almohada con una bruma relax.

miércoles, 19 de marzo de 2014

Felicidades papás

Quiero ser como papá


Diez consejos para ser un buen padre

1. Pasar (mucho) tiempo con los hijos.
Hay que encontrar tiempo para estar con ellos. Aunque tengamos muchas obligaciones y éstas sean muy absorbentes y agobiantes, estar presentes en la vida de los chicos es prioritario. No nos engañemos con eso de que no importa la cantidad de tiempo sino la calidad; por muy buenos que seamos, quince minutos no pueden dar mucho de sí. En cuanto a la calidad, la personalidad de los hijos se desarrolla a partir de la relación con los padres, de lo que reciben de ellos y de lo que aprenden a su lado. Por eso cuando estamos con los niños, debemos estar entregados en cuerpo y alma, con ganas.

2. Querer y respetar a la madre.
El buen trato entre los padres es indispensable porque muestra los sentimientos que existen entre ellos. Aunque las cosas no vayan del todo bien en la pareja, tiene que reinar el respeto. Hay que hablar del otro y con el otro con aprecio. La relación entre los padres crea una atmósfera en la que el niño crece y va formando su identidad.

3. Ser un buen ejemplo.
Los hijos se fijan en el padre. Los padres son sus modelos, los chicos copian de ellos modos de ser, de afrontar y resolver, de relacionarse con las cosas, con los demás y consigo mismos. Así, muchas veces nos muestran nuestros propios defectos. Si al verlos, en lugar de enfadarnos, intentamos corregirnos y educar con el ejemplo, les enseñaremos a corregirse y mejoraremos nosotros también. Saberse un modelo y tratar de estar a la altura en la que nos ponen los hijos es muy educativo para todos.

4. Estar a las duras y a las maduras.
Los niños necesitan a su papá en todo momento y para muchísimas cosas. Un padre ayuda a crecer. Por eso es necesario que papá diga tanto «sí» como «no», él tiene que saber conjugar mimos y límites. A veces, los padres, conscientes de que pasan poco tiempo con los hijos, priorizan una faceta y se convierten en papás que sólo juegan o miman y desatienden los conflictos o, por el contrario, en papás ogros que sólo saben reprender como si vivieran enfadados. O se interesan nada más que por algunas de las actividades del hijo y desatienden las otras.

5. Regalar alegría.
Una infancia feliz es casi una garantía de una vida feliz, favorece que en el futuro el niño tenga integridad emocional y buena salud mental. Llegar a casa con chuches, planificar una excursión en familia, hacerles chistes para reírnos con ellos, jugar al escondite, contarles historias... este tipo de alegrías los chicos las reciben como algo más que un gesto, para ellos representan «lo bueno de la vida». Y estas cosas buenas son las que les fortalecen, les hacen más valientes y les dan armas para afrontar las dificultades propias del crecimiento o las circunstancias adversas. Tener una bicicleta o un patinete es estupendo, pero reírse con papá es necesario. Darles alegría no consiste en comprarles juguetes, sino en transmitirles, a través de la convivencia, el mensaje de que papá les quiere y disfruta con ellos.

6. Darles prioridad.
Cuando el niño es relegado en los intereses del padre, se refugia en la madre y se vuelve demasiado dependiente de ella. La principal función del padre es ayudar al hijo a sentirse seguro en el mundo más allá de los brazos de la madre, y para eso el pequeño debe sentir que es importante para papá. El vínculo con los hijos es el resultado de una decisión amorosa que hay que sostener día a día. Además, darles el primer lugar en nuestra vida nos hace a nosotros tan felices como a ellos.

7. Escuchar.
Estar atentos a lo que dicen y no dicen y animarles a expresar lo que piensan y sienten es la forma de conocerles. Los niños tienen creencias y fantasías que sorprenden al adulto. Para enterarnos de lo que pasa por sus cabecitas hay que escucharles con atención. Escuchar es un acto de amor, cuando les prestamos atención se sienten importantes para nosotros. Además, les damos la posibilidad de escucharse a sí mismos, ser capaces de hablar para defenderse, dar una opinión, plantear lo que no entienden, resolver conflictos, contar sentimientos o emociones e inventar historias. Y si comparten con nosotros sus tribulaciones o temores, se quedan aliviados.

8. Educar con cariño.
Disciplinarlos es una de forma de amarlos. Si les marcamos límites, si les negamos algo que nos piden pero no les conviene o nos oponemos a sus deseos porque no son razonables, será siempre por su bien, para ayudarles. No les educamos «para que no molesten a los mayores», sino para que sean felices y cabales, para ayudarles a desarrollarse como seres independientes. La disciplina adecuada une amor, razón y respeto por el niño. Si tenemos esas tres cosas, ya podremos enfadarnos sin miedo: sabremos corregirles sin agredirles y hacerlo sólo cuando lo necesitan.

9. Contar cuentos.
No hay nada tan interesante y entretenido como escuchar las cosas que les pasan a los demás y ver cómo resuelven sus problemas desde el lugar más seguro del mundo: al lado de papá. Junto a él pueden identificarse con el protagonista, atravesar penalidades y triunfar sin sufrir un rasguño. Pero los cuentos no tienen sólo un valor intelectual: la voz de papá les envuelve y les reconforta ahora igual que les arrullaban las nanas cuando eran bebés. Por eso les gusta tanto el cuento de antes de dormir.

10. Estar al tanto de “sus cosas”.
Los «asuntos de chicos» son importantes. Sean serios o banales, como tienen importancia para el niño, también tienen que tenerla para papá. Sin agobiarles ni atosigarles, hay que estar cerca de ellos para encauzar conductas, asistir a las reuniones del colegio, acompañarles al médico, estar al tanto de las notas, de qué hacen en el tiempo libre o cómo les va con los amigos. Se trata de acostumbrarles desde pequeños a que nos cuenten sus cosas, sin presiones y con respeto y si estamos a su misma altura y podemos mirarles a los ojos, mejor.


Perfumería Londres os desea un

¡ ¡ ¡ F E L I Z   D Í A   D E L   P A D R E ! ! !